Viñedo Altagracia y Bodegas POMAR
Cabe hacer especial mención al hecho de que para esta visita guiada tanto al viñedo como a la bodega fuimos atendidos por Guillermo Vargas, Ingeniero agrónomo venezolano, con estudios de Enología en España y Especialización en Burdeos, Francia, directamente quien con toda la calma y paciencia del mundo atendió todas nuestras inquietudes y curiosidades propias de quien quiere conocer un poco más en profundidad como es la industria vinícola en nuestro país.
Tal como ya les había indicado previamente y haciendo un poco de historia,
la empresa francesa Martell tenía en Venezuela sus producciones de Brandy y con
el tiempo se interesó por la producción del vino. Para la época, hace aproximadamente 35 años
atrás, se pusieron en contacto con la casa matriz e iniciaron la investigación
para entrar en el área vitivinícola en Venezuela. Martell se pone en contacto
con Guillermo Vargas y se comienzan las pruebas de suelos y cepas, en donde
ensayaron con las zonas previamente identificadas teóricamente por Guillermo y
finalmente se quedaron con Carora.
Les gustaron esos suelos especialmente porque son suelos sueltos, es decir
son más arenosos que arcillosos. Los suelos donde la arena, lima y la arcilla
están equilibrados, son suelos francos y en el caso de Carora, tenemos un suelo
franco arenosos. También son suelos profundos y tienen bastante material
grueso, lo que mejora la colonización de las raíces de las vides.
Son suelos poco fértiles, algo muy positivo porque en suelos fértiles la
vid produce demasiada vegetación y por consecuencia tenemos mayor sombreo,
puntos en contra de la calidad de los aromas y sabores del vino.
Posteriormente, después de estudiar los suelos y escoger el más óptimo, la
pregunta básica era, ¿Qué vamos a plantar aquí? De aquellos estudios que el
enólogo Vargas hizo originalmente, se tomaron varias cepas europeas para hacer
las pruebas, seleccionándose las que mejor calidad dieron. Así, se quedaron con
el Tempranillo, Syrah, Petit Verdot, Chenin Blanc Macabeo, Malvoise, Muscat de
Petit grans y Sauvignon Blanc.
Cuidados del Viñedo.
Las cosechas en Viña Altagracia se hacen 2 veces al año, la primera a
mediados de febrero a finales de marzo y la segunda solía hacerse en septiembre
pero fue adelantada al mes de agosto para prevenir las lluvias que llegan en el
noveno mes. Se cosecha muy temprano en
la mañana hasta el medio día para evitar demasiado soleo y se hace a mano para
conservar lo mejor posible y con mayor integridad todos los racimos.
En Viña Altagracia se hace el riego por goteo, en cada parcela hay tuberías
que van regando por goteo la cantidad necesaria dependiendo del momento en el
ciclo y los requerimientos específicos de ese momento en particular.
Se resalta que la planta de los viñedos de 4 estaciones es exactamente la
misma que la de los viñedos tropicales como en nuestro caso, lo único que varía
son las condiciones del viñedo y su comportamiento.
Tenemos el concepto errado de que la viña necesita frio para vivir y crecer
mejor, pero la viña de 4 estaciones, cuando está en plena producción sufre
temperaturas que sobrepasan las máximas que tenemos aquí, mientras que cuando
realmente hace frio, en invierno la planta entra en latencia y no vegeta, se
duerme y no produce nada. Resulta que lo que realmente necesita la viña es sol,
una buena radiación helio térmica y buenas temperaturas, sobre todo una
temperatura mínima que este por debajo de 25°c ya que todos los componentes más
importantes de la vid se producen durante el día con buen soleo y buenas
temperaturas, mientras que en la noche la vid consume parte de lo que produjo,
si la temperatura en la noche está por debajo de 25°c la vid consume menos.
Importante conocer que lo que se busca a nivel “mundial” es tener un viñedo
centenario, pero al final de su vida el viñedo bajara su producción, de modo
que si en su juventud producía mil kilos, poco a poco se ira reduciendo la
vendimia.
En esta zona del mundo no tiene ningún beneficio o ventaja plantar en
ladera, porque nuestro clima no lo amerita y por lo contrario la mecanización
para la cosecha es más complicada y costosa.
Una gran ventaja es que en los climas tropicales, la poda y cosecha se
puede hacer a discernimiento del viticultor, se ajustan a lo que se quiera
conseguir o el fin primordial.
El Ingeniero Vargas nos explicó que durante varios años se ha intentado
obtener una Denominación de Origen para nuestros vinos, pero no existe un
organismo gubernamental que quiera controlar y certificar todo el proceso. Esta
Zona de Carora tiene 26 años demostrando unas características junto con la
cepa, que si se logra clasificar podríamos obtener una Denominación de Origen
en el futuro.
En la Bodega.
Se nos indicó que la producción de vinos es 650 mil botellas
aproximadamente y unos 14 mil litros de sangría.
Los Productos banderas son: Terracota blanco y tinto, Frizzante, Ecclesia
vino de consagración, 4 vinos de añejamiento y 5 espumosos.
Las uvas llegan a la bodega en cestas directamente del viñedo; el
cargamento es pesado en una romana electrónica y pasa a descargar.
Las cestas son descargadas a mano por empleados de la bodega que también se
encargan de preseleccionar las uvas que puedan estar dañadas o los racimos malos,
etc.
Vinificación en Blanco.
Después de ser descargadas y preseleccionadas pasan por una banda
transportadora a la despalilladora, para ser depositado en la prensa.
Inmediatamente se escurre todo y más adelante se prensa. Se hacen varios
prensados, el escurridos es uno de ellos. Después se hace un primer prensado
suave y su producto será usado en los vinos de alta gama. El mosto del segundo
prensado más fuerte, se mezclara con el mosto del segundo prensado de los
tintos y el mosto de las uvas de Zulia para ser usado en sangría.
Inmediatamente se retiran la piel y las semillas que se llevaran al viñedo para
ser usado como compost.
A continuación el mosto pasa a ser desfangado, para ello se hace un
sulfitado bajo la prensa y se pre enfría a 10°c; se enfría de este modo para
dormitar o matar a las levaduras que vienen del campo y que no comiencen la
fermentación antes de lo requerido. El mosto entonces pasa a los tanques donde
se dejara reposar unas 24 horas para que los sólidos se sedimenten y procedamos
al desfangado.
Una vez en la cava de fermentación se siembra el mosto con las levaduras,
las levaduras se activan en un tanque más pequeño, se le agregan nutrientes y
vitaminas y eso se siembra en el mosto para que arranque la fermentación, eso
es lo que llamamos un pie de cuba. La fermentación se apagará sola al cabo de
unos 14 o 15 días o hasta que las levaduras mueran por falta de alimento o por
que el alcohol, sus desechos, en altas cantidades es toxico para ellas.
Seguidamente se hacen los ensambles o blends en el caso de los Terracota.
Después de ensamblados se pasa el vino al embotellado y al mercado.
Vinificación en Tinto.
Es el mismo proceso, solo que en otra zona. Las uvas pasan también por una
banda transportadora y se despalillan en una maquina portátil y las uvas
completas pasan a los tanques. En este punto las uvas están aún “solidas” y no
podemos quitar las levaduras, así que las eliminamos matándolas con unas
levaduras llamadas Killer. Después se siembran las levaduras y suben las
temperaturas del tanque por la fermentación, en el caso de los tintos se
controlan y mantienen entre 25/26°c que es la temperatura en la que mejor
fermentan los tintos y mejora la extracción de color de los hollejos.
Si se decide que será un vino joven, se deja en maceración menos tiempo
porque se busca un vino menos tánico y más fresco. Para hacer el Terracota
tinto, como en todo se va probando, pero al 4 día aproximadamente, se alcanza
el color y la tanicidad requerida; se separa el líquido del sodio y se
embotella el vino.
Si se decide hacer la línea Premium, que es la línea de añejamiento, lo
dejamos macerar más tiempo, van sacando
y probando hasta que consiguen nuevamente la tanicidad y el color requerido.
Volviendo al proceso, cuando tenemos el vino en maceración, para que no se
seque el sombrero se hacen remontados, los tanques de Pomar están tienen un
sistema de remontado que está programado para hacer remontados periódicamente.
Saca mosto en fermentación por debajo y va bañando el sombrero por arriba, se
pueden hacer, diariamente, inter diario, tres veces por semana, dos veces, como
se requiera.
La sangría Caroreña se hace ensamblando, el vino de prensa blanco y tinto,
más extractos naturales de parchita, piña, naranja y mora, o, ensamblando el
vino realizado con las uvas del Zulia (todo el vino, el de goteo y el prensado)
más los extractos naturales antes mencionados.
Los espumosos
Los hacen con el método tradicional o champanoise, donde la segunda
fermentación se hace en la botella. Se prepara el vino base, o la cuba base y
se siembra con las levaduras y azúcar y se tapa con una tapa metálica para
evitar fugas. Después de la fermentación se formaran unos residuos en el fondo
de la botella, son las levaduras muertas; para deshacernos de ellas es
necesario moverlas al pico de la botella, esto se hace mecánicamente en
pupitres que van moviendo las levadura e inclinando la botella. Se congelan las
puntas que después del degüelle se les pueda retirar el tapón congelado con los
residuos. Las ediciones especiales que pasan de dos años, se suele hacer el
removido de los residuos a mano en pupitres como se hacía antiguamente, porque
los residuos quedan muy pegados.
El proceso de degollado, después de congelar el espumoso, pasa por una
maquina en la que se destapara para retirar el tapón de residuos que sale solo
por la presión dentro de la botella (ahora el espumoso queda totalmente limpio)
después a esa botella hay que reponer el vino que sacamos en el degüelle,
después se le pone el corcho y más adelante se le pone el bozal de alambre.
Desafío de esta industria
vinícola nacional
Obtener una Denominación de Orígen pudiera considerarse un desafío que
resaltaría como en el caso del Malbec en Argentina o del Carmenere en Chile, la
versatilidad y la gran adaptación de la cepa Petit Verdot en nuestros suelos,
la cual se está considerando como la mejor expresión del terroir
venezolano. No obstante sabemos que
países como Argentina y Chile, pese a tener sus denominaciones de origen, no
las usan o no le han dado la importancia del caso.
Yo estimo que una denominación de origen pudiera servir como estímulo para
que Pomar y otros potenciales productores de vinos se sumen e inviertan en
nuestro país para no solo incrementar los volúmenes vinícolas con la finalidad
de abastecer el mercado nacional sino que sirva y sea bandera para la oferta
exportable de Venezuela en un futuro próximo.
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